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Queda claro que es atractivo el desarrollo del bíceps braquial pero, más allá de las series y repeticiones, nos vamos a centrar en el análisis técnico del movimiento. Lanzo la pregunta que a todo el mundo irrita…¿cuál es el origen e inserción de este músculo?

Todos sabemos lo famosos que son los dos orígenes del bíceps o, por lo menos, que el músculo está formado por una cabeza larga y otra corta originadas en 2 zonas de la escápula, que no nombro para no enredar.

Ahora bien, cuando me dispongo a contraer la musculatura (trabajo de bíceps en bipedestación), la tensión generada en los orígenes hace que nuestra escápula tenga que alterar su posición y, por desgracia, este hueso plano se incline hace delante y rote internamente, dando como resultado un aumento de la cifosis dorsal (vamos, una preciosa chepa…).

Para que no os agobiéis, respirad, tomad aire… aún podéis estar a tiempo de aprender a corregir esta postura provocada por esta alteración anatómica y que con el tiempo puede generar dolor por las compensaciones que causan el aumento de la curvatura de la columna dorsal y por su propia alteración. Sólo tenéis que saber realizar una buena retracción escapular para que los 2 huesos planos escapulares se aproximen entre sí, ayudándote a obtener una posición más erguida, sin que sufran las estructuras pasivas (tendones, ligamentos, etc.) de la columna. Vamos, ¡sin que sufra la espalda!

A modo de conclusión, si tienes una alteración de la columna o no consigues realizar el gesto, la mejor solución es contactar con un profesional de la actividad física y del ejercicio que te ayude a corregir y evitar la evolución negativa de la estructura.