- autor: Ferrández Sempere, Diego
- Cervical, Cirugía, Tratamiento no quirúrgico, Lesiones
- 01 feb. 2013
Se conoce como síndrome cervicógeno al mareo y la cefalea (dolor de cabeza) asociados al dolor cervical y presumiblemente ocasionados por éste. Siempre ha habido defensores y detractores de la existencia del mareo de origen cervical y yo mismo he recibido una formación muy escéptica al respecto. Sin embargo, mi experiencia personal me ha obligado a modificar por completo esta creencia, especialmente en razón de los resultados quirúrgicos.
En los casos de estenosis de canal cervical a varios niveles (3 ó 4 discos) que requerían cirugía y que, además asociaban cefalea y mareo, observé que después de la cirugía era muy frecuente la desaparición de esos síntomas, con el consiguiente agradecimineento por parte de los pacientes. De hecho, la cirugía por estenosis de canal no suele conllevar grandes beneficios, ya que se indica a fin de detener el deterioro, más que para conseguir una mejoría sintomática. Sin embargo, la desaparición del síndrome cervicógeno resultó ser un beneficio muy llamativo para estos pacientes. Tanto se repetía este fenómeno que opté por extender la indicación de cirugía de 3 ó 4 discos a pacientes con discopatías avanzadas o considerable deformidad cervical, aunque no presentaran estenosis de canal. El resultado fue idéntico: a la gran mayoría de pacientes intervenidos les desaparecían la cefalea y los mareos.
¿Por qué ha permanecido durante tantos años en duda la existencia del mareo cervical? Probablemente, el conservadurismo clásico en la cirugía (estrictamente se intervenían las compresiones neurales o medulares, sin dar importancia alguna a la deformidad) ha impedido obtener resultados que aporten esta evidencia, evitando así mismo, que los pacientes pudieran beneficiarse de la cirugía.
Basándome en estas observaciones y en la simplicidad y excelente tolerancia demostrada por las técnicas quirúrgicas actuales, defiendo cierta agresividad en el tratamiento quirúrgico del síndrome cervicógeno cuando existe una mala alineación de las vértebras (listesis), una inversión estructurada de la curva (cifosis) o bien una intensa degeneración discal. Al hablar de agresividad no me refiero, en absoluto, a que la cirugía resulte agresiva para el paciente, sino a que el tratamiento está dirigido "ampliamente" a restaurar la alineación normal del cuello.
No obstante, el síndrome cervicógeno no sólo aparece en casos de degeneración cervical avanzada, sino también con mucha frecuencia en pacientes jóvenes con malos hábitos posturales o debilidad muscular. En estos casos no es posible la cirugía, ya que no hay nada que pueda o deba operarse, y la única opción es indudablemente el ejercicio: un programa de potenciación muscular adecuado para corregir la inestabilidad, las tendencias posturales inadecuadas y la propensión a la contractura.
Comentarios (1)
Francisco
02/02/2013 10:45:00
Excelente su aportación.