- autor: Fernández Morales, Francisco Javier
- Lumbar, Ejercicio
- 20 jul. 2013
El buen tiempo ayuda a comenzar con la práctica deportiva y uno de los deportes que más aficionados está sumando es el ciclismo. Sin duda esas espectaculares carreras del Tour de Francia ayudan a animarse a realizar etapas “épicas” con nuestros compañeros y pasar un buen rato encima de nuestra bicicleta.
Podríamos hablar de los beneficios de realizar este tipo de práctica, pero hoy nos vamos a centrar en el tema que nos incumbe en este portal, la espalda. La columna vertebral es algo que se debe de tener muy en cuenta en esta práctica deportiva, sólo hay que ver las posiciones adoptadas encima de la bicicleta durante los largos rodajes que este deporte exige.
En relación a ello son varios los estudios que demuestran que existe una mayor cifosis dorsal (chepa) en practicantes de ciclismo que en población general. Pero, ¿realmente esta cifosis dorsal es una manifestación de las horas y horas que pasan los ciclistas encima de la bicicleta?.
Esta cuestión ha llevado a un grupo de investigadores españoles a presentar la siguiente investigación: “Valoración del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica en ciclistas de categoría élite y máster 30”. En ella los autores han evaluado con el sistema Spinal Mouse la posición del raquis en bipedestación y sobre la bicicleta en los diferentes agarres del manillar: transversal, de manetas y bajo.
Los resultados obtenidos son muy interesantes manifestando que la posición cífótica dorsal es mayor en bipedestación relajada que encima de la bicicleta, lo que nos indica que la mayor prevalencia de flexión torácica en ciclistas no tiene porque estar directamente relacionada con esta práctica sino que también hay que tener en cuenta otros hábitos postulares del día a día.
Otro aspecto a tener muy en cuenta en el ciclista es la inversión que sufre la lumbar siendo aún más acentuada en la posición de agarre más baja llegando a ser la rectificación de hasta un 50% como demostraron Lord, Small, Dinsay y Watkins (1997) . Esta inversión se traduce en un mayor riesgo de aumentar la presión interdiscal, deformar los tejidos espinales y aumentar los dolores lumbares.
Por ello los ciclistas deben incorporar en su práctica deportiva un programa que busque fortalecer la cintura pélvica y favorecer la extensión torácica como parte de su rutina de entrenamiento.
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