- autor: , iespalda.com
- Lumbar, Prevención, Tratamiento no quirúrgico, Ejercicio, Lesiones
- 21 sep. 2013
¿Hay alguna enfermedad más común que el dolor lumbar? Quizá el catarro común..., pero lo cierto es que el 80% de la población mundial sufre lumbalgia en algún momento de la vida. La causa más frecuente del dolor lumbar es una sobrecarga mecánica de las articulaciones lumbares o facetas, generalmente asociada a contractura de la musculatura local.
Es normal que un esfuerzo pueda sobrecargar las articulaciones lumbares y ponga en guardia a los músculos estabilizadores, pero sólo las espaldas peor preparadas sufrirán un lumbalgo incapacitante, resistente a tratamientos básicos y motivo de baja laboral. Los músculos escasamente preparados tienen respuestas defensivas exageradas e ineficientes y pierden el control voluntario de la relajación. Esto viene a ser la definición de contractura y es el mismo fenómeno que los calambres en deportistas que reinician una actividad intensa después de un largo período sin entrenamientos.
Nadie es invulnerable a un esfuerzo excesivo, pero ¿qué podemos hacer para evitar que las tareas habituales desencadenen una lumbalgia grave y duradera? Sólo hay una respuesta: EJERCICIO.
iespalda te propone un protocolo de trabajo, en dos fases, para la musculatura estabilizadora de la zona lumbar. La primera fase de preparación, que podrás descargar gratuítamente, está indicada para personas que no han recibido entrenamiento previo o para aquellas que han adquirido hábitos incorrectos por falta de tutoría adecuada, siempre que no hayan sido diagnosticadas de patología grave y conserven la curvatura lumbar dentro de rangos normales o altos. La segunda fase de mantenimiento permanente, que puedes adquirir por un precio prácticamente testimonial, incluye ejercicios que aumentarán y mantendrán el tono de tu musculatura mientras continues practicando.
No olvides que la salud siempre cuesta un poco de esfuerzo y, en el caso del aparato músculo-esquelético, no tan poco... Llegamos tarde y cansados del trabajo, los niños,... pero no olvides que si no encuentras ese tiempo para tí, es posible que acabes por no poder atender todo lo demás. Si no confías en tu fuerza de voluntad, puedes buscar el apoyo de un profesional. Búscalos en nuestro Directorio. O quizá te sea útil una tutoría online. También las tienes en nuestra zona de Tratamientos. Suerte!
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