- autor: Robledillo Molina, Jose
- Cervical, Dorsal, Prevención, Ejercicio
- 31 jul. 2015
En la actualidad, se está demostrando la gran aportación que está teniendo el trabajo correctivo en el campo de la salud. Cada vez se habla más de movilidad, estabilidad, activación muscular, etc.
Centrándonos en unas de las alteraciones estructurales más habituales, vamos a desarrollar unos aspectos de ejecución clave que se trabajan en el campo correctivo del conocido síndrome cruzado superior. En esta primera parte del artículo veremos, concretamente, la confusión que existe a la hora de trabajar correctamente la cintura escapular. Después, en la segunda parte (otro artículo), veremos el desarrollo del trabajo de la flexión craneocervical.
Respecto al trabajo escapular, ya conocemos la vital importancia del deslizamiento de las escápulas sobre la parrilla costal con respecto al movimiento de los brazos. De hecho, los movimientos principales, por lo general, con los cuáles queremos enseñar a nuestros alumnos a desarrollar un óptimo ritmo escápulo-humeral son el empuje y la tracción.
Siguiendo la evolución correcta para la enseñanza de la retracción escapular es importante la activación de la musculatura desde los trabajos en colchoneta (tumbado) hasta la bipedestación para conseguir desarrollar las mínimas compensaciones durante la ejecución del movimiento. Ahora bien, no todo queda ahí, si no que el hecho de analizar anatómicamente la musculatura nos da la oportunidad de aumentar la calidad del movimiento de forma considerable. Analizando el romboides mayor y menor, vemos que son aductores, rotadores externos y elevadores del omóplato. Ésta última función nos indica que, como mínimo, pueden contribuir a desarrollar el movimiento parecido a la del trapecio superior, músculo excesivamente facilitado, con lo cual debemos preguntarnos si realmente la activación predominante del romboides es la mejor opción para enseñar la retracción escapular.
En cambio, si analizamos las fibras del trapecio medio e inferior vemos cómo estas están orientadas en direcciones distintas a las del romboides. De hecho, las fibras de la porción del trapecio inferior están posicionadas completamente al contrario que las del romboides, lo que hace que la escápula se posicione en su zona "neutra" cuando se produce una activación de estas porciones del trapecio.
Para finalizar y que quede claro la correcta dirección del movimiento os dejamos unos vídeos que reflejan la activación en mayor o menor medida del trapecio medio-inferior.
Activación en mayor medida del romboides: https://goo.gl/0K185J
Activación en mayor medida del trapecio medio-inferior: https://goo.gl/HghKgq
Comentarios (0)