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Son las 8 de la tarde, la gente sale de la oficina y se dirige al gimnasio a hacer un poco de ejercicio saludable. Hoy toca hacer “cardio” y un amigo me ha dicho que como me duele la lumbar no haga deportes de impacto. Hasta aquí todo bien, porque si no hay impacto mi espalda va a sufrir menos.

Por ello, al entrar al gimnasio me dirijo a la maravillosa y todo poderosa elíptica para comenzar mi entrenamiento y ya de paso demostrar que puedo “correr” muy rápido si me lo propongo. Es aquí donde comienzan los problemas para los que tienen dolores en la región lumbar, es más, incluso me atrevería a decir que para los aparentemente “sanos” también.

Os estaréis preguntando qué pasa con la elíptica y os lo voy a contar:

En primer lugar me gustaría dejar claro que no hay ejercicio malo o bueno, sino mal o bien prescrito dependiendo del sujeto que tengamos delante. Tras esta aclaración también tenemos que tener en cuenta que la elíptica tiene muchos beneficios por ausencia de impacto pero la ciencia demuestra que debemos tener en cuenta ciertos factores de riego cuando prescribimos esta máquina para ejercitarse.

Al realizar ejercicio sobre la elíptica, y fijaros que no digo correr, NO existe fase aérea por lo que los pies están en contacto continuo con el “suelo” lo cual nos lleva a una rotación y flexión de la columna lumbar bastante pronunciada.

Esta combinación sumaba a la inclinación del cuerpo para coger los brazos característicos de esta máquina nos coloca en una posición desfavorable para la región lumbar. Pero esto no es todo, llega la hora de demostrar lo rápido que sabemos “correr” encima de ella aumentando la frecuencia de paso e incrementando el riesgo para nuestra lumbar.

En resumen, la elíptica suele ser una buena opción pero hemos de tener en cuenta las características de cada uno. Para todos aquellos que sufren de la zona la recomendación sería:

1. Intercalar entrenamientos de elíptica con andar al aire libre.

2. Entrenar en la elíptica a velocidades controladas.

Estás recomendaciones son para el trabajo en elíptica pero por supuesto no hemos de olvidar que hemos de realizar un entrenamiento para reforzar nuestra faja abdominal con un programa integral (frontal, posterior y lateral).