168 = el total de horas que tiene la semana.
2 = las horas de media que pasa un cliente con su entrenador.
1,19 = es el % de tiempo a la semana que pasa un cliente con su entrenador.
98,81 = es el % de tiempo a la semana que un cliente pasa fuera del entrenamiento.
1,19% -Tiempo de explicación = Depende de la destreza comunicativa del entrenador.
Total, que tenemos un porcentaje de tiempo minúsculo para que nuestro cliente tenga menor dolor de espalda y que, por supuesto, se corrija a nivel postural (ya sabes, aumento curvatura dorsal, lumbar, etc.)
Hacemos un trabajo fabuloso, centrándonos en aquellos músculos que queremos potenciar mientras que dejamos «desactivados» otros para crear una mayor compensación y, por tanto, mejorar la alteración postural creada durante años con la adopción de malas posturas desarrolladas en la vida laboral y en la vida cotidiana.
Por el momento, todo parece que sigue su línea favorable, hasta que te das cuenta que tu cliente no evoluciona, que con todo lo que estás trabajando, sus curvaturas siguen igual. Comienzas a pensar en aquellos ejercicios que pueden ser más efectivos, en subir la carga, en subir la intensidad, en subir el volumen, en subir la densidad, en subir……………¡¡¡NO SUBAS TANTO HOMBRE!!!
¿No crees que lo más perfeccionista sería que tu cliente aplicara aquellos gestos/acciones, que le estás enseñando en el entrenamiento, en su vida diaria? De esta forma, tu entrenamiento se convertiría en la adopción de unos hábitos inteligentes para la salud de su espalda, de forma que ese 1,19% del que hablábamos se eleve de forma considerable por los propios conocimientos del cliente que se han transmitido por parte del entrenador.
Recordad, habiendo transmitido a nuestros clientes unos buenos conocimientos saludables para su espalda, podrán aplicarlo en todos los ámbitos de su vida diaria, dando un apoyo importante a tu entrenamiento y haciendo que sea mucho más efectivo.