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Si analizamos la técnica de la mayoría de personas en una piscina o simplemente la necesaria posición en ciertos estilos natatorios, tendremos la respuesta a esta pregunta. Entonces, ¿por qué la mayoría de las personas tiene la ideo de que la natación es el mejor ejercicio para el dolor de espada?

Sin duda el medio en el transcurre la natación aporta numerosos beneficios para los pacientes con patologías del raquis, pero es un error asociar éstos a cualquier tipo de práctica en el agua.

Cuando un profesional de la salud nos propone realizar  natación sin prescripción sobre el tipo y la técnica a usar, la verdad es que nos está haciendo un flaco favor. Más bien los profesionales deberíamos recomendar actividad acuática,  la cual nos permite, en cierta «ingravidez», obtener beneficios como pueden ser  el  bajo impacto o la vasodilatación.

Hemos de tener en cuenta que nadar es muy diferente de practicar actividad física en el agua, pues un ejercicio “sencillo” como es nadar a crawl puede empeorar muchas patologías de columna.

¿Te imaginas lo que puede pasar si tiene algún problema que empeore en hiperlordosis y te empeñas en nadar a crawl con la cabeza fuera? Este es sólo un ejemplo de algo que vemos día a día en las piscinas.

Por lo tanto antes de aventurarte a la piscina debes informarte con un profesional sobre qué ejercicios debes hacer para TU patología.

El ejercicio es una herramienta muy potente para la prevención y recuperación de la mayoría patologías asociadas a la  columna vertebral, pero siempre ha de ser individualizado a tus necesidades.